Gentes de extrañas vestiduras!Si sois almas buscando descanso os acompaño en la pena de vuestro destino
pero si al contrario vuestra existencia es real y,
tal como yo puedo veros y escucharos, podéis vosotros verme y escucharme.
Os pediría que en una noche mágica como la de hoy
busquéis conjuro que ayude a mi alma que vaga a través de los siglos sin descanso ni paz.
Mi nombre es Zulema...y mi desdicha haberme enamorado de un cristiano.
Mi padre... al descubrirlo, preso de la furia,
que no más un hombre creyéndose poseedor de la vida de una mujer, puede sentir;
y anteponiendo el arrebatador falso honor a el amor fraternal,
quiso matar al cristiano, mi amor y enterrarme con tan sólo la cabeza fuera a mi, como castigo.
En los sucesivos días y hasta que la muerte vino a mi encuentro tal pena por vida y amor truncados me invadió el corazón que no pude más que llorar.
Fueron tantas las lagrimas que recogió la tierra que hizo brotar de ella un manantial y del manantial una fuente.
La fuente de la Zulema la llaman y dicen que calma la sed de los amantes.
Por eso gentiles corazones!
Buscad, buscad esta noche conjuro de agua y flores que calme la sed de amores...
buscad buscad aaaa (Se evapora)
Dinamización de la Noche de San Juan en el Castillo de Aracena.
Texto: Almudena Ruiz.
